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miércoles, 19 de septiembre de 2012

AMOR Y SEXO CONYUGAL. MÁS MÁSCARA FRENTE AL ESPEJO

Libreta del 85.   Ya ha tenido varios accesos de amnesia. ¡Qué fea serías si no fueras bonita!, le dije. Fracasos frecuentes en nuestras escenas de amor. Soy débil, me dejo vencer, me acabo. Y mientras tanto ella qué hace: sigue esforzándose más allá de la línea, se tañe a sí misma como si fuera una cítara. Inútilmente, ay. ¿Por qué quiero tanto a X? Por mi inocultable inclinación hacia las mujeres demasiado jóvenes? Desde que me casé hace nueve meses no he vuelto a escribir casi nada, solamente el prólogo a  La metamorfosis. Nuestro auto, el glorioso vokscaben, es un desastre. Le apareció un hueco en el suelo a causa de la corrosión y tuve que arrancarle un asiento. Ahora mientras lo conduzco puedo ver el suelo. 10 de diciembre. Ha tenido un par de dolores en el pecho. Uno de ellos al final de un acto de amor en la nueva sala, con los foquitos del árbol de navidad iluminando nuestros cuerpos y las nuevas cortinas cobijando nuestra intimidad. ¡Esto es placer!, dijo graciosamente, como una jineta feliz cabalgando mi cuerpo, unida a mí desde su más sensible parte. Emitió su grito de placer, se llevó una mano al pecho y cayó desmayada. Todavía clavadita la llevé a la cama, le instalé kleenex entre las piernas, le puse su calzón nuevo y fino que acabábamos de robar de Fábricas de Francia, luego le coloqué su pijama, y la cobijé. 14 de enero de 1986. Pausa de tranquilidad. Por la mañana al hospital al Papanicolau. Por la tarde se me abalanzó por la espalda como un tigre y me tumbó en la cama. La besé larga, obscena y dulcemente, y ella misma se fue quitando las pantaletas. Todavía lastimada por el infernal instrumento que le introdujo la doctora en su cuquita casi adolescente (¡Ora, mija, baje las caderas y abra las patitas! Abusada, doctora, que ni mi marido me trata así, respondió meine Frau). Cogimos de lo más sabroso. Ella a horcajadas, clavándose con delicadeza, ¡viene, viene!, y los dos exclamando al culminar ¡te amo, te amo!  18 de enero, 86. Nueva crisis de amnesia. Afortunadamente no escapó de la  casa como en otras ocasiones. No pudo escapar porque el dolor de pecho la venció y cayó desmayada. Terrible depresión al día siguiente. Al despertar hizo diligencias propicias a mi placer. Me voy a portar como una adulta, ya no me va a dar asco, dijo. Este matrimonio es como una condena. Siento que me hundo en un pantano. No escribo ni una línea. Arrastro fantasías de huir. Agarrar lo que tenga mano y escapar como en un final de película en la que el protagonista se pierda en el horizonte. La amnesia ha coincidido con el examen del cáncer. Tras la amnesia, al día siguiente, me porté mal. Me dediqué a ignorarla. Ella me seguía como un perrito por toda la casa pidiendo besos, me amarraba los zapatos, se arrodilló a besar mis piernas. X adora mis piernas. No puede verlas desnudas sin abalanzarse a abrazarlas y darles besos. Yo amo sin medida sus pechos, a los que dedico largas, larguísimas sesiones de besos bajo las cobijas en la oscuridad. 
      Una grandiosa autopista une a Xalapa con el centro del país. Para hacerla los proyectistas alteraron los flujos de las aguas y no solucionaron los problemas de drenaje. Hoy 19 de septiembre de 2012, Banderilla, ciudad aledaña a Xalapa, está inundada. Suman 37 los descuartizados del día en México. 132 reos escaparon de una cárcel en el norte del país. Nunca han sido tan altas las reservas monetarias de México. Nos ha tocado vivir tiempos difíciles como a todos los hombres, diría Borges.

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