Vistas de página en total

lunes, 2 de julio de 2012

CONFESIONES DE NARCISO

10 de julio de 1983.  En esta fatal rueda de la vida la depresión  por cualquier nimiedad y la exaltación sin razones razonables se suceden una y otra vez. Ayer me sentí una miseria humana a causa del rechazo de Shaka y hoy a la hora de acostarme gozo de una alegría inexplicable. Amanecí con mi arma empuñada, vertiendo energía líquida sobre mi vientre y sonreí. En mi sueño me visitaron la polaca y mi princesa totonaca. Salí a jugar básquet con Buki, un muchacho corporalmente perfecto, moreno de hermosos rasgos, de cuerpo esbelto y bien proporcionado, todo armonía, terriblemente simpático. Me contó que fumaba marihuana  y totalmente trabado ponía un cassette de los Beatles y hacía abdominales, hasta 500 sin descansar. Le creo. Jugué contra él cinco horas sin agotarme. Luego dormí hasta las cinco. Invité a Emanuelle a dos sesiones y en la segunda gocé con ella. Fui a comer tacos de bisté y ahora estoy fumando Pielrroja y tomando té de manzanilla. Afuera el aire es delicioso, hay una dulce humedad en el ambiente.  Las estrellas se ven con claridad. Me miré desnudo en el espejo y me sentí satisfecho conmigo mismo. No tengo amor verdadero por nadie, pero tengo el futuro a mi disposición y sé, con absoluta certeza, que va a llegar a mí la persona correcta. Me amo y no puedo ocultarlo. Sería imposible no hallar tarde o temprano a alguien a quien amar y que me ame. Soy un irrebatible romántico. El problema, lo digo con todas sus letras, es la pequeñez que hallo en todos (todas) los (las) que me rodean. Lo digo sin rubor y sin disculpa alguna. No me preocupa el juicio de los otros. Si no amo es porque no encuentro una persona que considere digna de ser amada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Eduardo García Aguilar habla de Garramuño

SAMEDI 13 AVRIL 2019 LAS AVENTURAS LITERARIAS DE AGUILERA GARRAMUÑO  Por Eduardo García Aguilar La Universidad Veracruzana ...