Editorial Educación y Cultura, Colección Jeunesse, 2012
Luisa,
hija de un arqueólogo famoso, quiere ser escritora y escribir un best-seller sobre sus aventuras con su hermano Germán, la gata Nieve desaparece
llevando al cuello un extraño collar, raros pájaros como gárgolas prehistóricas
son avistados en las azoteas de Puebla, el arqueólogo guarda un mapa en una
caja fuerte. Ese mapa remite a Palenque y a una sepultura donde está la Reina
Roja, una de las más importantes mujeres de la antigua Mesoamérica, esposa del
rey Pakal. Una ola de muertos y atentados, robos, violaciones y asaltos,
terremotos, inundaciones, azota México y el mundo, crece como una plaga una
desconocida hierba roja que comienza a cubrirlo todo. Así se incia El
guardián de la Reina Roja, obra
verdaderamente inclasificable de Beatriz Meyer y Enrique Pimentel. Como en Alicia en el país de las maravillas uno
no sabe si la gran aventura fue motivada por unas pastillitas alucinógenas o si
de verdad sucedió lo que se cuenta o si lo que estamos leyendo es una novela
escrita por la niña Luisa, la que aspira a escribir un best-seller.
El guardán de la Reina Roja es una novela
que involucra las profecías mayas del fin del mundo, involucra a los maras, al
México y el mundo contemporáneo, con sus crisis, sus desastres y sus esperanzas.
La joven Luisa, de 14 años, descubre que
es descendiente de la Reina Roja de Palenque. Y súbitamente halla que el
destino de la Tierra depende de que ella cumpla una misión que es, ni más ni
menos que evitar el cataclismo final de la Tierra, y evitar que se cumpla la
profecía maya que anuncia el fin del mundo para el 21 de diciembre de 2012.
Como en
los cuentos de Lovecraft, en la civilización maya se consideraba que hubo un
tiempo en que las fuerzas del bien lograron dominar las fuerzas oscuras y las
sumieron en el infierno, pero que cumplido un ciclo o roto un sello estas
fuerzas oscuras volverían a salir para intentar destruir la tierra. No son
muchos los libros de autores mexicanos en los que se intenta descifrar el
misterio de la civilización maya, “pueblo de sabios y magos poderosos”.
Recuerdo una novela de Hernán Lara Zavala, llamada Península, Península¸ que aunque tiene una trama interesante y personajes atractivos, en mi opinión eludió
profundizar en el enigma de los mayas: por qué una civilización tan poderosa e
imaginativa, súbitamente desapareció, sin dejar más que vestigios, monumentos,
arquitecturas asombrosas, y como descendientes, a grupos humanos que fueron
sojuzgados, negada su identidad, tragados por una civilización menos poderosa
espiritualmente hablando.
El guardián de la Reina Roja, a más
de ser una novela juvenil inteligente para
jóvenes inteligentes, interesará sin duda a todo tipo de lectores. Hay en
ella un ritmo cinematográfico que recuerda las películas del ciclo de Lara
Croft y de En busca de la esmeralda
perdida. Hay alusiones a la gran
literatura: a Dante, con su Divina
Comedia, cuyo Infierno, es de alguna manera semejante al infierno maya,
el Xibalbá, donde se hallan como en una caja de Pandora, atrapadas las fuerzas
malignas, esperando que se cumpla el Quinto Sol. Cuando se cumpla, esas fuerzas
malignas saldrán a acabar con todo. Pues la misión de la niña Luisa, la niña
novelista (tras la cual es casi inevitable pensar en una Bety Mayer adolescente)
es visitar el infierno maya, como visitaron el infierno Dante, Orfeo, Osiris y
otros famosos. La niña debe entrar en el infierno y llevar a cabo una misión
que no les voy a contar para no echarles a perder la novela. Novela de acción,
novela juvenil, novela de indagación antropológica, juego de puntos de vista,
manejo de documentos, uso inteligente de recursos de las redes sociales,
exploración del mundo de las drogas, de la incipiente sexualidad adolescente,
todo ello se mezcla en esta obra, que no es precisamente la primera en la que
colabora este dúo dinámico: Meyer-Pimentel. Antes nos habían ofrecido, en esta
misma editorial, Educación y Cultura, una novela apasionante, original como quizás
ninguna otra en la literatura mexicana, una novela
llena de imaginación, bien escrita, divertida, muy original. Se llama Tajín 365 y recupera de forma
contemporánea los mitos prehispánicos. Es obra también del dúo dinámico Meyer-Pimentel.
Tal vez el dúo siga cooperando para crear una saga en la que el pasado
prehispánico regrese a nosotros a manera de gran literatura. Vale la pena leer
las obras de este desde ahora famoso dúo dinámico.
Muchas
gracias.
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