Las mujeres siempre tienen la razón; y si no la tuvieran habría que dársela.
Que el mundo se esté acabando no quiere decir que uno tenga que echarse a morir.
Todas las guerras que ha habido han tenido su origen en la necesidad que tienen los hombres de huir de su casa muy temprano para no tener que lavar platos.
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